El impacto ambiental de nuestra dieta
La AESAN por medio de su Comité Científico en el año 2022 publicó un artículo en el que trata el impacto ambiental que produce la dieta que siguen los españoles. Este artículo lo puedes encontrar completo pinchando aquí. El artículo se compone de 60 páginas, pero a continuación puedes leer las partes más importantes además de información procedente de otras fuentes universitarias que tratan los impactos medioambientales.
Escoger hábitos y alimentos adecuados puede evitar 11.000.000 de muertes anuales, ¿cómo es posible? Los alimentos en cantidades y frecuencias incorrectas aumentan el riesgo de ciertas enfermedades y muertes prematuras, a eso le unes el impacto ambiental que producen los alimentos durante su producción y tienes el problema encima de la mesa. Las investigaciones muestran como cada tipo de alimento actúa en el efecto invernadero. Por ejemplo, para producir 1 L de cerveza se necesitan entre 3-5 L de agua. Emitir gases a la atmósfera, reducir el uso de los recursos (agua, suelos, nitratos y fosfatos) y escoger como obtener los alimentos puede reducir entre el 25-50% de la huella que deja la producción y uso de los alimentos.
¿Qué se busca informando de estos datos?
Concienciar a la población y escoger los alimentos adecuados para:
Al reducir las emisiones de gases del efecto invernadero.
Al preservar los recursos naturales
Al mantener la biodiversidad.
Las hortalizas y frutas, para producir hortalizas y frutas durante todo el año en casi cualquier lugar del mundo se están extendiendo los invernaderos. Los invernaderos se encargan de producir alimentos a gran escala.
Aumentan la emisión de gases.
No existe control sobre el uso de pesticidas.
Contaminan acuíferos.
Aumentan el riesgo de incendios.
Convierten el paisaje de la zona en un mar de plástico.
Los residuos se amontonan y posteriormente son quemados produciendo elementos cancerígenos que acabaran en el aire, el suelo y los mares más cercanos. El gobierno de Andalucía calcula que el 30% de los invernaderos son ilegales evitando los controles sanitarios.
La producción de hortalizas y frutas a campo abierto, por el método tradicional genera un impacto ambiental mucho menor. Sin duda, los invernaderos, especialmente ilegales son un gran problema medioambiental.
Cereales, el impacto ambiental es relativamente bajo, el arroz es el cereal que mayor impacto genera por sus emisiones de gases. Su forma de cultivo por medio de campos inundados crea hipoxia de la materia orgánica, expulsando metano. Expulsar metano es más contaminante que el CO². La producción de 1 kg de arroz es 4 veces más contaminante que 1 kg de trigo o 12 veces más que 1 kg de patata. Entre los alimentos, el impacto ambiental que produce el arroz es similar o inferior a producir huevos y menor que producir cualquier tipo de carnes.
A nivel mundial la alimentación de cereales se divide principalmente en trigo, arroz y maíz. Su producción es vulnerable al cambio climático y su calidad nutricional se reduce por las emisiones de CO², bajando su cantidad de proteínas y minerales. Los científicos barajan volver a la producción de cereales y pseudocereales ancestrales como sorgo, mijo, trigo espelta o trigo sarraceno. Sin duda, los cereales deberán adaptarse al cambio climático y ser más resistentes al calor, inundaciones y sequías.
Proteínas animales y vegetales, el impacto medioambiental de los alimentos de origen animal es muy superior los alimentos de origen vegetal. Los expertos de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en 2022 fueron claros, “Cuando menor es el consumo de alimentos de origen animal menor es el impacto medioambiental de la alimentación”.
Las legumbres, son los alimentos que menos impacto generan, las bacterias de sus raíces conviven en simbiosis y pueden fijar nitrógeno atmosférico, bajando la necesidad de fertilizantes y necesitan menos agua. Producen 50 veces menos gases tóxicos que al producir carne de ternera, 11 veces menor que la carne de cerdo, 7 veces menos que la carne de pollo y 6 veces menos que durante la producción de huevos.
Frutos secos, su impacto ambiental varía según el método de cultivo. Por ejemplo, el almendro necesita mucha agua, fertilizantes y plaguicidas. En cultivos de árboles con sumideros de carbono y reducción de la filtración de fitoquímicos, pueden contribuir a moderar el impacto, reduciendo la contaminación de agua. Para producir de forma sostenible una cosecha de 1.000 kg por hectárea de pistachos se necesitan unos 12.000 L de agua.
Pescados y mariscos, existe mucha polémica sobre si existe una pesca sostenible o es puro marketing empresarial. El 34% de las especies procedentes del mar están sobreexplotadas. Existe un gran problema con algunas de las técnicas de pesca que capturan animales que luego no tienen valor comercial. La pesca de arrastre (lenguado, crustáceos, langostas y gambas) su huella de carbono es muy alta. En acuicultura, su impacto medioambiental varia en función de las especies. Las piscifactorías expulsan contaminantes (nitrógeno o fósforo) y utilizan grandes cantidades de agua y suelo. La pesca salvaje de las especies más consumidas (calamares, atún, salmón, bacalao, o merluza) producen una huella de carbono similar a la producción de pollo. En las especies de peces pelágicos (sardina, arenque o caballa) su huella de carbono es menor que al producir pollo.
Carnes, según la ONU, el sector cárnico emite más gases que todo el transporte mundial 14,5 % de todas las emisiones del mundo. El 43% del impacto ambiental se debe a los tres tipos más consumidos: cerdo, ternera y pollo. La carne roja produce mayor huella de carbono que la carne blanca. Producir 1 kg de carne de ternera requiere más de 15.000 L de agua, para 1 kg de cerdo 8.000 L y para la carne de pollo 4.000 L. El 20 % de agua consumida en el mundo se utiliza para producir pienso.
Huevos, su impacto ambiental se encuentra entre las carnes y los vegetales, entre las opciones de origen animal, es la menos contaminante. Su mayor problema son los ingredientes del pienso que alimentan a las gallinas, el estiércol producido, los materiales utilizados para empaquetar los huevos o su transporte. Producir 1 kg de huevos necesita 3.265 L, es decir, cada 3 huevos necesitan 587 L de agua.
Lácteos, su impacto ambiental solo es superado por las carnes aunque cuanta mayor concentración del alimento lácteo, mayor será su impacto. Para producir 1 L de leche se necesitan 1.000 L de agua, para 1 kg de mantequilla se necesitan 5.400 L de agua y para 1 kg de queso son 5.000 L. Entre los lácteos, el queso curado es el producto que más contaminación atmosférica y de aguas residuales produce. Los quesos son responsables del 7% del impacto ambiental producido por la dieta de los españoles. Si hablamos de medioambiente (no de salud) se recomienda el consumo de lácteos enteros, evitando extraer su grasa y posterior producción de natas, mantequillas y otros subproductos.
Aceite de oliva, el mayor problema ambiental son los monocultivos que producen gran degradación, especialmente por la erosión del suelo, desertificación, contaminación generalizada de los recursos hídricos, degradación de hábitats, reducción de la biodiversidad y sobreexplotación de los productos hídricos. La producción aproximada de 1 L de aceite de oliva virgen extra necesita entre 4-5 kg de aceitunas, el agua necesaria pasa por el riego, limpieza de las olivas, molienda, batido, lavado del aceite y de la maquinaria. Las necesidades de agua dependen del estado en el que lleguen las aceitunas a la almazara por su humedad y suciedad, siendo posible 1 L de agua por cada litro de aceite. Como se ha dicho, su mayor problema es la degradación y contaminación, ya que 1 L de aceite usado puede contaminar hasta 40.000 L de agua potable.
Agua embotellada. Su impacto ambiental es mucho mayor que el agua procedente del grifo que llega a nuestras casas. El agua embotellada necesita 3.500 veces más recursos y genera 1.400 veces más impacto que el agua del grifo. En muchas ocasiones, el plástico utilizado para las botellas de agua o refrescos es de un solo uso creando un problema retornable en nuestra salud por medio de la ingesta de los animales que ingieren estos plásticos.
Los plásticos en la alimentación.
La producción de plásticos en los alimentos son de 12.500.000.000 al año. La ganadería y agricultura son los principales distribuidores con 10,2 toneladas anuales. En Europa se producen 1.290.000 de residuos de plásticos procedentes de la agricultura y 15.220.000 procedentes de envases alimentarios. La contaminación influye sobre los ecosistemas acuáticos y suelos agrícolas por microplásticos. La FAO propone el Modelo 6R.
Rechazar, Rediseñar, Reducir, Reutilizar, Reciclar y Recuperar.
Recomendaciones sobre el impacto ambiental y sostenibilidad que producen los alimentos:
El impacto ambiental de los alimentos es distinto según las técnicas agrarias utilizadas (agricultura, ganadería, pesca y acuicultura), se debe favorecer el consumo de alimentos obtenidos por las técnicas más respetuosas hacia el medioambiente.
Evita los alimentos transportados en avión, ya que han recorrido largas zonas, potenciando el consumo local.
Favorece técnicas de cocinado saludables y uso de electrodomésticos con bajo impacto ambiental (microondas, vitrocerámica, frigorífico, lavaplatos, olla a presión...), el microondas utiliza menos energía que el horno por ejemplo. Se recomienda cocinar en grandes cantidades y congelar ahorrando energía y tiempo en la cocina.
Presta atención a los desperdicios alimentarios, reduciendo la cantidad, cuando se produzcan restos, desecharlos en los contenedores de materia orgánica.
Evita utilizar los envases más perjudiciales para el medioambiente, como pueden ser los plásticos y potenciar los de cristal reutilizables.
Obtén alimentos procedentes de empresas o trabajadores autónomos, colaborando en condiciones laborales, salariales y de vida, justas y dignas para todos los intermediarios de la cadena de producción y suministro alimentario.
Por el bienestar animal, consume huevos procedentes de gallinas criadas en libertad (camperas), carne y lácteos de ganaderías familiares o de pocos trabajadores. El trato a los animales siempre será mejor en empresas pequeñas donde la cercanía y familiaridad es más evidente.
Consume alimentos locales, este hecho favorece el desarrollo económico y contratación en entornos rurales del país.
Las recomendaciones y datos incluidos en este blog no pretenden sustituir los consejos de su médico y/o nutricionista clínico. El autor (Joan Zamora) no se responsabiliza de las posibles consecuencias de la mala aplicación de esta información. La recomendación del autor es que usted acuda a un profesional sanitario cualificado. Los únicos profesionales cualificados para proporcionar programas dietéticos nutricionales son los propios graduados / diplomados universitarios en nutrición humana y dietética y el médico especialista endocrino. Cualquier otro profesional sanitario o persona que le diga lo contrario realiza intrusismo y carece de los conocimientos necesarios. Le recomiendo que no ponga en peligro su salud ni su confianza, apoye la nutrición personalizada y de calidad.