Carcinógenos en la dieta: lo que debes saber

Nuestra alimentación, en su forma más básica, debe nutrirnos y proporcionarnos la energía necesaria para funcionar. Sin embargo, existe una cara menos conocida de los alimentos: su potencial para contener sustancias carcinógenas que podrían aumentar el riesgo de cáncer. En este artículo, exploraremos los posibles carcinógenos presentes en nuestra dieta y cómo podemos minimizar nuestra exposición a ellos.

Carcinógenos en la dieta

Los carcinógenos dietéticos son sustancias que, en su mayoría, no se encuentran en los alimentos de forma natural, sino que se forman durante el procesamiento, la preparación o incluso como resultado de la contaminación ambiental. Aquí hay algunas categorías clave de carcinógenos en la dieta:

  1. Compuestos Contaminantes de los Alimentos: este grupo incluye sustancias como las aflatoxinas y el arsénico, que pueden estar presentes en ciertos alimentos debido a la contaminación o prácticas de cultivo.

  2. Contaminantes ambientales que se incorporan a los alimentos: aquí encontramos sustancias como las dioxinas, los dibenzofuranos y los policlorobifenilos, que se suman a la cadena alimentaria a través de factores externos, como pesticidas y contaminantes del suelo.

  3. Compuestos que se forman durante la cocción: cuando cocinamos alimentos a altas temperaturas, como asar a la parrilla, pueden generarse compuestos con capacidad mutagénica, como el benzopireno, un hidrocarburo policíclico aromático.

  4. Productos naturales o formados en la conservación de alimentos: este grupo incluye sustancias como los nitratos, nitritos, nitrosaminas y nitrosamidas, que pueden ser parte de los alimentos o formarse durante su procesamiento y conservación.

Las micotoxinas son compuestos tóxicos que pueden contaminar nuestros alimentos, especialmente cereales como maíz, trigo, arroz y avena, así como cacahuetes, otros frutos secos y algunas leguminosas.

El arsénico inorgánico, un veneno silencioso, puede afectar gravemente nuestra salud. La exposición humana a este elemento a menudo proviene de la contaminación de las aguas superficiales utilizadas para consumo humano, así como de los alimentos cultivados o preparados con agua contaminada. Esta contaminación, en su mayoría, tiene raíces naturales, relacionadas con procesos geológicos, aunque en parte también puede deberse a actividades humanas.

Los compuestos orgánicos clorados, como las dioxinas y los policlorobifenilos (PCB), representan una preocupación importante para la salud humana. Estos compuestos a menudo aparecen como contaminantes en herbicidas y se generan en procesos industriales que involucran altas temperaturas, como la incineración de residuos, el tratamiento de metales y el blanqueo de papel. Sin embargo, la principal fuente de exposición en la población actual proviene de la dieta.

Los hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP) constituyen un grupo amplio de más de 100 compuestos químicos. La exposición a los HAP a través de la dieta puede tener dos fuentes potenciales (por el consumo de alimentos cultivados en áreas con contaminación ambiental y durante la preparación y cocción de los alimentos).

Los compuestos N-nitrosos (N-nitroso-compounds, NOC) son una preocupación en nuestra dieta y su relación con el cáncer. Las nitrosaminas, un tipo de NOC, se encuentran principalmente en alimentos tratados con nitrato o nitrito, que actúan como agentes nitrosantes de compuestos con grupos amino.

La acrilamida, es un compuesto presente en varios productos industriales y en los alimentos, ha estado en el punto de mira debido a su posible relación con el cáncer. La acrilamida se forma en los alimentos principalmente mediante la reacción de Maillard. 

Afrontando los carcinógenos dietéticos

Reducir la exposición a los carcinógenos dietéticos es esencial para mantener una alimentación saludable y minimizar los riesgos para la salud. Aquí hay algunos consejos prácticos:

  • Variedad y moderación: Evita consumir grandes cantidades de un solo alimento y busca una dieta equilibrada y variada.

  • Cocción segura: al cocinar a altas temperaturas, como al asar a la parrilla o o hacer una barbacoa, utiliza métodos de cocción más saludables, como cocinar al vapor, hervir o hornear.

  • Lavado y preparación: lava bien las frutas y verduras para eliminar posibles residuos de pesticidas y contaminantes ambientales.

  • Compra consciente: elige alimentos de fuentes confiables y opta por productos orgánicos siempre que sea posible, ya que tienden a contener menos residuos químicos.

  • Evita el exceso de alcohol: si consumes bebidas alcohólicas, hazlo con moderación. El exceso de alcohol no solo se relaciona con problemas de salud, sino que también aumenta el riesgo de cánceres como los de cavidad oral, hígado y mama.

Las recomendaciones y datos incluidos en este blog no pretenden sustituir los consejos de su médico y/o nutricionista clínico. El autor (Joan Zamora) no se responsabiliza de las posibles consecuencias de la mala aplicación de esta información. La recomendación del autor es que usted acuda a un profesional sanitario cualificado. Los únicos profesionales cualificados para proporcionar programas dietéticos nutricionales son los propios graduados / diplomados universitarios en nutrición humana y dietética y el médico especialista endocrino. Cualquier otro profesional sanitario o persona que le diga lo contrario realiza intrusismo y carece de los conocimientos necesarios. Le recomiendo que no ponga en peligro su salud ni su confianza, apoye la nutrición personalizada y de calidad.

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