Nutrición en el cáncer de vejiga
Las investigaciones relacionadas con el cáncer de vejiga sugieren que la nutrición puede desempeñar un papel en su desarrollo. En este artículo veremos algunos factores alimentarios que afectan al riesgo.
El cáncer de vejiga también llamado carcinoma vesical aparece cuando las células de la vejiga empiezan a multiplicarse sin control. Recordemos que la vejiga es un órgano hueco en forma de globo donde se almacena la orina que se produce en los riñones y se contrae por las paredes musculares que posee para expulsar la orina. Los dos riñones junto con la vejiga eliminan las toxinas y desechos que vamos produciendo.
Además, del cáncer de vejiga carcinoma vesical, con menos frecuencia se diagnostican en la vejiga otros tipos de cánceres, como el “carcinoma de células escamosas”, el “adenocarcinoma” y el “carcinoma de células pequeñas de vejiga”. Normalmente el cáncer de vejiga puede tener invasión muscular de las células tumorales en la pared de la vejiga o sin invasión muscular.
Los factores alimentarios que reducen el riesgo existe evidencia especialmente con las vitaminas E y A, especialmente por los carotenoides. Los estudios muestran como la vitamina E reduce el riesgo sobre el 15 % y la vitamina A, lo reduce en el 14 %. Además, un consumo alto de alimentos ricos en carotenoides totales, alfa-caroteno, beta-caroteno, luteína y retinol reducen más aun el riesgo.
En algunos de los estudios de investigación relacionados con el riesgo de cáncer de vejiga y centrados en los compuestos alimentarios, la evidencia nos muestra como:
El aumento en el consumo de grasas aumenta el riesgo de cáncer. Aunque la relación era inversa en relación a las grasas monoinsaturadas
El consumo de alimentos con vitamina A al incluir verduras y frutas debe de estar supervisado por un nutricionista especializado ya que, existe evidencia de que cantidades excesivas de manera crónica pueden aumentar el riesgo de otros tipos de cáncer, como el cáncer de próstata y de pulmón.
El consumo de alimentos con vitamina E al incluir verduras y frutas también ha demostrado su efectividad, reduciendo el riesgo, siendo protector únicamente en personas no fumadoras.
El consumo de alimentos con vitamina D al incluir lacteos enriquecidos reduce el riesgo de este cáncer.
El consumo de alimentos con Selenio, como cereales, carnes y pescados concretos son adecuados para reducir el riesgo, pero no ocurre igual con los suplementos, por tanto, la alimentación rica en selenio es la clave de este oligoelemento.
El consumo de alimentos ricos en fitoestrógenos procedentes de frutas, vegetales y cereales influye en la capacidad antitumoral, ya que tienen actividad estrogénica, con inhibición de las proteinkinasas tiroxina especifica y con inhibición de las topoisomersas del ADN (enzimas que cambian la formación del ADN).
El consumo de soja, con flavonoides e isoflavonoides puede aumentar el riesgo de cáncer de vejiga, por tanto, el consumo de soja debe ser controlado por un nutricionista, ya que un consumo elevado puede aumentar el riesgo, pero en consumos moderados no existe riesgo.
El consumo de té verde presenta polifenoles, aunque tiene muchos efectos beneficiosos, al revisar las investigaciones, tanto el café como el té probablemente no están asociados al cáncer de vejiga.
El consumo de ajo ha demostrado que inhibe el crecimiento de células sarcomatoides. En investigaciones “in vitro” se ha observado que puede reducir el riesgo de cáncer de estómago, colon, vejiga y próstata.
Se recomienda acudir a un nutricionista para conseguir mayor efectividad según la ingesta de ciertos compuestos o alimentos, ya que por ejemplo, al incluir una combinación de alimentos ricos en vitamina A, B6, C y E consiguieron una reducción de hasta el 50% en las recaídas a 5 años, aunque por separado estos compuestos no fueron igual de efectivos.
En cualquier caso, la dieta mediterránea tradicional es muy recomendable para reducir el riesgo de cáncer de vejiga y aunque todos la conocemos en mayor o menor medida, se compone por:
Contenido alto de grasas monoinsaturadas.
Contenido alto de legumbres, cereales (especialmente pan integral), frutas y vegetales.
Contenido bajo de carne y productos cárnicos.
Contenido moderado de leche y productos lácteos.
Conclusiones
Aunque la relación entre la nutrición y el cáncer de vejiga todavía se encuentra en proceso de obtener conclusiones solidas, existen pruebas prometedoras de que ciertos alimentos pueden influir en el riesgo de desarrollar esta enfermedad. Mantener una dieta equilibrada, rica en frutas y verduras, y asegurarse de conseguir suficiente vitamina E y carotenoides puede ser beneficioso para reducir el riesgo de cáncer de vejiga. Algunos de los alimentos que deben de estar presentes son: zanahorias, brócoli, espinacas, calabaza, calabacín, uvas, melocotón o melón.
Las recomendaciones y datos incluidos en este blog no pretenden sustituir los consejos de su médico y/o nutricionista clínico. El autor (Joan Zamora) no se responsabiliza de las posibles consecuencias de la mala aplicación de esta información. La recomendación del autor es que usted acuda a un profesional sanitario cualificado. Los únicos profesionales cualificados para proporcionar programas dietéticos nutricionales son los propios graduados / diplomados universitarios en nutrición humana y dietética y el médico especialista endocrino. Cualquier otro profesional sanitario o persona que le diga lo contrario realiza intrusismo y carece de los conocimientos necesarios. Le recomiendo que no ponga en peligro su salud ni su confianza, apoye la nutrición personalizada y de calidad.