Nutrición y prevención del cáncer de pulmón
El cáncer de pulmón es una enfermedad que ha cobrado un alto tributo en la sociedad, y su prevención se ha convertido en un tema crucial en el mundo de la salud. Se estima que cada año se diagnostican 2,2 millones de nuevos casos en el mundo y 20.000 en España. Una comprensión más profunda de cómo la nutrición puede influir en la prevención de esta enfermedad es esencial. Para abordar este tema, primero debemos entender los diferentes tipos de cáncer de pulmón y los factores alimentarios que pueden aumentar o disminuir el riesgo.
Los distintos tipos de cáncer de pulmón
En términos generales, existen dos tipos principales de cáncer de pulmón:
Cáncer de Células Pequeñas (10-15%): Este tipo se desarrolla a partir de células pequeñas y se propaga rápidamente.
Cáncer de Pulmón no de Células Pequeñas (85-90%): Este grupo incluye tres tipos histológicos principales: el carcinoma escamoso (30-35%), el adenocarcinoma (30-45%) y el carcinoma de células grandes (10%).
Cada uno de estos tipos de cáncer de pulmón tiene sus propias características y factores de riesgo, y la nutrición puede influir en ellos de diferentes maneras.
Alimentos y factores que aumentan el riesgo de cáncer
Arsénico en el agua que consumimos
El arsénico inorgánico, presente en aguas superficiales contaminadas y alimentos cultivados con agua contaminada, se ha reconocido como un carcinógeno para los seres humanos. En áreas con altas concentraciones de arsénico, como partes de India, Bangladesh, China y América del Norte, el riesgo de cáncer de pulmón se triplica. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha establecido un límite tolerable de 10 µg/L de arsénico en el agua.
Carne y pescado
Hasta el momento, no se ha establecido una asociación significativa entre el consumo de pescado y el riesgo de cáncer de pulmón. Sin embargo, el consumo de carne roja y procesada se ha relacionado con un aumento significativo del riesgo, un 26% mayor en comparación con un consumo bajo. Este aumento del riesgo se observa tanto en tumores de tipo escamoso como en adenocarcinomas. La carne roja puede contribuir al riesgo debido a su aporte de hierro orgánico, mientras que las carnes procesadas pueden contener nitrosaminas y nitritos, compuestos potencialmente carcinógenos.
Suplementos de beta-caroteno
Los suplementos de beta-caroteno se han asociado con un mayor riesgo de cáncer de pulmón, pero esta asociación se limita principalmente a los fumadores.
Alimentos que reducen el riesgo de cáncer
La mayoría de los estudios sugieren una relación inversa entre el consumo de frutas y el riesgo de cáncer de pulmón. En otras palabras, un mayor consumo de frutas está asociado con un menor riesgo de desarrollar esta enfermedad. Los carotenoides, que se encuentran en frutas y verduras, han demostrado reducir significativamente el riesgo de cáncer de pulmón en un 21%.
La vitamina C, un poderoso antioxidante, puede reducir el riesgo de cáncer de pulmón en un 11%. Además, se ha observado una relación dosis-respuesta, con una reducción significativa del riesgo del 7% por cada aumento de 100 mg/día en la ingesta de vitamina C. Esta asociación es plausible ya que la vitamina C combate el estrés oxidativo, que puede ser causado por el tabaco.
El consumo elevado de flavonoides se ha asociado con una reducción significativa del 24% en el riesgo de cáncer de pulmón. Además, por cada aumento de 20 mg/día en la ingesta de flavonoides, se observa una reducción del 10% en el riesgo de cáncer de pulmón.
Para finalizar, únicamente resaltar que la nutrición juega un papel crucial en la prevención del cáncer de pulmón. Adoptar una dieta rica en frutas, verduras y nutrientes esenciales puede reducir el riesgo de esta enfermedad devastadora. Las recomendaciones y datos incluidos en este blog no pretenden sustituir los consejos de su médico y/o nutricionista clínico. El autor (Joan Zamora) no se responsabiliza de las posibles consecuencias de la mala aplicación de esta información. La recomendación del autor es que usted acuda a un profesional sanitario cualificado. Los únicos profesionales cualificados para proporcionar programas dietéticos nutricionales son los propios graduados / diplomados universitarios en nutrición humana y dietética y el médico especialista endocrino. Cualquier otro profesional sanitario o persona que le diga lo contrario realiza intrusismo y carece de los conocimientos necesarios. Le recomiendo que no ponga en peligro su salud ni su confianza, apoye la nutrición personalizada y de calidad.