Problemas de alimentación después del tratamiento de cáncer
Después de completar el tratamiento del cáncer, algunas personas se enfrentan a desafíos persistentes relacionados con la alimentación. Estos problemas pueden incluir adelgazamiento, cambios en el gusto o en el olfato, y dificultades para comer normalmente. En este artículo, vemos algunas de las estrategias más utilizadas para una alimentación saludable y cómo abordar los problemas alimentarios que pueden persistir después del tratamiento contra el cáncer.
Problemas de comer después del tratamiento: algunos problemas alimentarios pueden continuar después de terminar el tratamiento del cáncer. Aquí hay consejos para una alimentación saludable y sencilla:
Comidas sencillas: Prepara comidas simples que le gusten y sean fáciles de preparar. No es necesario elaborar platos muy elaborados y que requieran de varias horas o muchos ingredientes.
Cocine en lotes: Cocina 2 o 3 platos a la vez y congélelos para futuras comidas. Piensa que debemos economizar nuestro esfuerzo y sacar el máximo partido a nuestros momentos enérgicos, cocina cuando te encuentres bien y te estarás cuidando para los momentos de debilidad.
Platillos congelados: ten platillos congelados a mano para comidas rápidas y convenientes. Incluso puedes congelar la parte principal del plato y luego añadirle algunos ingredientes que sean fáciles y rápidos de incluir.
Simplifica la cocina: utiliza verduras precortadas para simplificar la preparación de comidas, intenta no complicar la elaboración y así no tendrás que preocuparte por ingredientes que te faltan de la receta, la innovación puede ser nuestra aliada.
Variedad alimentaria: no te cierres a diferentes alimentos; no hay un solo alimento que contenga todos los nutrientes necesarios. La alimentación es global y debemos de incluir distintos alimentos durante toda la semana para pensar en su conjunto no de forma individualizada en cada comida.
Fibras y granos enteros: consume muchas frutas y verduras, así como granos enteros como pan integral de trigo, avena y arroz moreno. Las capacidades antioxidantes y nutritivas son el mayor motivo por el que las frutas y verduras deben de estar en gran medida presentes en cada comida.
Legumbres: incluye frijoles, guisantes (chícharos) o lentejas en tu dieta con regularidad. No debes de estar más de 4 días sin tomar estos alimentos, su potente efecto sanador es fundamental para nuestra recuperación y control de la enfermedad.
Control de nutrientes: controla el consumo de grasa, sal, azúcar, alcohol, alimentos ahumados o en escabeche y carnes procesadas. Estos alimentos deben de ser muy esporádicos y controlados.
Productos lácteos bajos en grasa: elije productos lácteos bajos en grasa, siempre teniendo en cuenta de que menos grasas no es sinónimo de más saludables, hay otros factores que influyen en los alimentos saludables, recuerda los refrescos light, no son especialmente saludables.
Carne magra: consume porciones pequeñas de carne magra y pollo sin pellejo (aproximadamente 6 a 7 onzas al día) son fuente importante de proteínas y de otros compuestos que construyen y regeneran nuestros músculos.
Reduce la carne roja: limita la carne roja a 18 onzas por semana, todas las organizaciones de salud dieron la alarma al vincular estas carnes con un aumento del riesgo de cáncer.
Métodos de cocción saludables: cocina con métodos bajos en grasa como asado, al vapor, a la parrilla o a la brasa. Estos métodos son fundamentales en nuestra alimentación y debemos de tener claro que el tipo de cocción influye en nuestro bienestar.
Control del alcohol: limita el alcohol al mínimo posible, el numero de veces semanales mínimo y en caso de que ocurra, no seria adecuado tomar más de 1 bebida al día para las mujeres y 2 bebidas al día para los hombres. Desde aquí recomendamos evitar su ingesta y solo podemos recomendar 0 bebidas alcohólicas al día por tu salud.
Consulta con un dietista nutricionista: es beneficioso consultar con un profesional de la alimentación, incluso después de completar el tratamiento del cáncer. Un dietista nutricionista especializado en enfermedades oncológicas puede ayudarte a retomar una alimentación saludable y abordar cualquier problema de alimentación persistente.
Problemas de comer causados por tratamientos específicos:
Cirugía: la cirugía puede afectar la digestión y la capacidad de comer, especialmente si involucra la boca, el estómago, los intestinos o la garganta. Después de la cirugía, algunas personas pueden necesitar nutrición a través de una sonda de alimentación o una vía intravenosa.
La cirugía hace que una buena nutrición sea aún más crucial. Si estás debilitado o tienes un peso por debajo de lo normal, es posible que necesites seguir un programa dietético nutricional especifico con niveles controlados en proteínas y calorías antes de la cirugía.
Las recomendaciones y datos incluidos en este blog no pretenden sustituir los consejos de su médico y/o nutricionista clínico. El autor (Joan Zamora) no se responsabiliza de las posibles consecuencias de la mala aplicación de esta información. La recomendación del autor es que usted acuda a un profesional sanitario cualificado. Los únicos profesionales cualificados para proporcionar programas dietéticos nutricionales son los propios graduados / diplomados universitarios en nutrición humana y dietética y el médico especialista endocrino. Cualquier otro profesional sanitario o persona que le diga lo contrario realiza intrusismo y carece de los conocimientos necesarios. Le recomiendo que no ponga en peligro su salud ni su confianza, apoye la nutrición personalizada y de calidad.