Tu seguridad alimentaria durante el cáncer

La seguridad alimentaria durante el cáncer es fundamental para evitar infecciones y problemas. Una persona que ha sido diagnosticada con cáncer tiene más probabilidades de tener un sistema inmunológico débil y debe de extremar las precauciones, especialmente con la alimentación, ya que es una fuente de peligros que traspasara nuestra barrera natural más resistente (la piel) y tendrá vía libre para perjudicarnos desde dentro.

La seguridad alimentaria es compleja y muy completa, pero aquí se ofrecen unas pocas recomendaciones de ejemplo que no son las únicas que debes de seguir.

Durante la compra en el supermercado

  • Comprueba las fechas y el estado de los productos. En el supermercado, el primer paso es comprobar las fechas de consumo preferente y caducidad de cada alimento, es trabajo de los propios empleados pero todos tenemos un despiste y la comprobación doble (del empleado y del cliente) siempre nos dará una seguridad que debemos de mantener. No te lleves a casa latas dañadas, hinchadas, oxidadas o abolladas, evita comprar alimentos que estén en mal estado o hayan caducado. Estos productos pueden ser un caldo de cultivo para las bacterias dañinas y seguro que prefieres evitar posibles problemas.

  • Selecciona las frutas y verduras por su aspecto. Escoge alimentos sin defectos y con buen aspecto. Un pequeño golpe puede ser una vía de entrada para la contaminación. Aprender a seleccionar los alimentos sin golpes o cortes ofrecerá un riesgo menor contra los microorganismos y enfermedades.

  • Alimentos congelados y refrigerados. Durante todo el año es importante que la cadena de frio no se vea afectada, pero si vives en zonas cálidas o te encuentras en los meses más calurosos del año, recuerda que cuando vayas a comprar alimentos congelados y refrigerados los metas en la cesta de la compra justo antes de pagar y siempre es mejor si utilizas una bolsa hermética para congelados. Nunca debes dejar alimentos en un coche caliente o a pleno sol durante mucho tiempo, esto acelera la proliferación de bacterias.

Conservar los alimentos en casa

  • Los alimentos cocinados y su refrigeración. Después de cocinar los alimentos, guárdalos en la nevera lo más rápido posible. No dejes que pasen horas antes de meterlos en la nevera. Además, asegúrate de recalentarlos hasta que hiervan antes de consumirlos, es necesario que lleguen a temperaturas superiores a los 60 grados, esto mata posibles bacterias que puedan haberse multiplicado durante el almacenamiento.

  • Los plazos de consumo. Los platos caseros, como guisos y sopas, son deliciosos, pero también deben consumirse dentro de un plazo razonable. Si los guardas en la nevera, procura consumirlos en 3-4 días. Si prefieres congelarlos, puedes conservarlos durante aproximadamente 3 meses sin perder calidad ni sabor.

Las comidas fuera de casa

Si decides comer fuera de casa, elige alimentos cocinados en lugar de opciones de bufé o puestos ambulantes. Además, ten precaución con los condimentos. Escoge alimentos de un solo uso en lugar de usar recipientes a granel de autoservicio. Al pedir un zumo de fruta, asegúrate de que esté pasteurizado y evita aquellos que sean "recién exprimidos" fuera de casa.

Cocinar y manipular alimentos en casa

La higiene personal y de la cocina son fundamentales. Antes de cocinar o comer, lávate bien las manos, mantén tu cocina y utensilios limpios para evitar la propagación de bacterias.

La limpieza de frutas y verduras frescas se lavan bajo el chorro del agua del grifo antes de pelarlas y cortarlas, cuando queremos consumir alguna con piel dura (como sandía, melón, pepino…) es recomendable un cepillo suave con el que eliminar las suciedades. Utilizar después un papel de cocina para secarlas y recuerda que las hojas de lechuga y otras verduras se separan para lavarlas.

Desinfecta los alimentos crudos sumérgelas en una solución de agua con lejía específicamente etiquetada “apta para desinfección de alimentos”. Luego, acláralas con abundante agua corriente. Aunque no lo creas, es un proceso un poco complicado que te recomiendo que aprendas, no se suelen desinfectar los alimentos y en personas con el sistema inmune debilitado puede ser un gran problema.

Descongelar de forma segura, al descongelar carne o pescado, nunca lo hagas a temperatura ambiente. Utiliza el microondas o la nevera con un recipiente con rejilla y sobre todo, una vez descongelado, no lo vuelvas a congelar el alimento. La mejor opción es, cocinarlo y después congelarlo de nuevo si lo deseas.

¿Dónde almacenar los alimentos en la nevera? los alimentos perecederos colócalos en la nevera antes de que pasen 2 horas después de su compra o preparación. Los platos con huevo, crema o mayonesa no deben dejarse sin refrigerar durante más de una hora.

¿Pescado crudo y anisakis? No te recomiendo que consumas pescado crudo durante el tratamiento contra el cáncer, pero si eres un amante del sushi, poco podremos hacer para evitar que te pegues un homenaje, aunque como bien sabes, el riesgo de anisakis siempre estará rondando. Te recomendaría que no fueras a restaurantes y lo elaborarás en casa para reducir el riesgo, congela el pescado durante al menos 5 días antes de consumirlo. Asegúrate de que tu frigorífico alcance una temperatura de -20 ºC o inferior. Si no estás seguro de la capacidad de tu frigorífico, es mejor comprar pescado ya congelado.

Cocina completamente los alimentos. La carne, el pescado fresco o los huevos son especialmente importantes, consumirlos crudos es un problema que puede ser fatal, al cocinarlos por completo nos aseguramos de que cualquier bacteria sea destruida.

Conclusiones

No necesitas ser un experto en seguridad alimentaria para protegerte, pero siempre es importante tener las ideas claras y aprender los conceptos claves para evitar problemas. Recuerda que durante el cáncer el sistema inmunitario se debilita y estarás en situaciones en las que antes no ocurría nada pero ahora pueden desembocar en infecciones y complicaciones. Las medidas higiénicas han marcado la diferencia desde que se empezaron a utilizar, han sido el determinante en la mortalidad infantil y la esperanza de vida del siglo pasado.

Las recomendaciones y datos incluidos en este blog no pretenden sustituir los consejos de su médico y/o nutricionista clínico. El autor (Joan Zamora) no se responsabiliza de las posibles consecuencias de la mala aplicación de esta información. La recomendación del autor es que usted acuda a un profesional sanitario cualificado. Los únicos profesionales cualificados para proporcionar programas dietéticos nutricionales son los propios graduados / diplomados universitarios en nutrición humana y dietética y el médico especialista endocrino. Cualquier otro profesional sanitario o persona que le diga lo contrario realiza intrusismo y carece de los conocimientos necesarios. Le recomiendo que no ponga en peligro su salud ni su confianza, apoye la nutrición personalizada y de calidad.

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