Nutrigenómica, entre tus genes y tu alimentación

Nutrigenómica y nutrigenética

La nutrigenómica, es la ciencia que investiga cómo nuestros genes interactúan con los alimentos (con la dieta) y su impacto en la salud. El objetivo es entender como los componentes de los alimentos y de las dietas cambian la expresión de los genes, en ocasiones incluso cambiando el bienestar y la salud.

La nutrigenética, se encarga de estudiar la influencia del genotipo en las respuestas de la dieta. Un genotipo es la expresión que un gen determinado a desarrollado, y esa expresión interactúa con el ambiente que nos rodea y con nuestra alimentación, produciendo consecuencias sobre la salud distintas.

La nutrigenómica es una ciencia muy nueva, apareció por casualidad cuando los científicos buscaban soluciones contra enfermedades raras causadas por mutaciones genéticas. Estas enfermedades son conocidas como errores congénitos del metabolismo. A pesar de ser poco frecuentes las enfermedades raras, afectan a menos de 1 de cada 10,000 nacimientos, pueden tener efectos catastróficos para estas personas y desafortunadamente, no son una prioridad en el reparto económico de subvenciones para investigaciones. La nutrigenómica ofrece una esperanza en forma de dietas personalizadas que pueden aliviar algunos problemas.

Podemos decir, que la nutrigenómica es una ciencia que colabora con otras para conseguir su objetivo. En ella se incluyen profesionales y conocimientos procedentes de la nutrición, la biología molecular, la fisiología, la genética, la epidemiologia, la bioestadística y la bioinformática. Entre todos estudian como las pequeñas variaciones genéticas en la secuencia de ADN (llamados polimorfismos de un solo nucleótido o SNP) pueden afectar al carácter, presencia o salud. Estos polimorfismos son las variaciones genéticas más sencillas, siendo el 90% de todos las variaciones genéticas del ADN de las personas. Cada variación genética puede tener 4 versiones (A, C, G y T). Para ser considerados polimorfismos, estas variaciones genéticas deben aparecer al menos en 1% de las personas. Decir el 1% de la población no es algo raro, aunque lo parezca, es relativamente frecuente.

Además de las diferencias del ADN (estos polimorfismos), otra fuente de variables es la epigenética, que son variaciones en la estructura y propiedades de la cromatina (la forma en la que se presenta el ADN en la célula). Los cambios epigenéticos son modificados por el ambiente (incluimos la dieta), y estos cambios pueden cambiar la expresión de los genes, alterando la salud o el bienestar del futuro.

¿Cómo ha afectado la nutrigenómica en la dieta o en las personas a lo largo de la historia?

La tolerancia a la lactosa, durante millones de años, los humanos, al igual que otras especies de mamíferos, dejaban de producir lactasa (una enzima necesaria para digerir la lactosa) después de la infancia. Sin embargo, hace unos 12,000 años, una mutación genética en el gen de la lactasa cambió este hecho. Esto permitió a algunas personas seguir consumiendo leche de por vida, beneficiando a los humanos por medio de la dieta. Gracias a los avances en tecnología genómica, ahora podemos rastrear la propagación de la mutación de la lactasa en las personas a lo largo de los siglos. Descubrimos que la mutación de la lactasa se extendió rápidamente por Europa y parte de Asia, influenciando significativamente los hábitos alimentarios de las personas. Este ejemplo revela cómo la genética y la nutrición están vinculadas y entrelazadas en la historia humana.

La nutrigenómica no solo nos permite entender nuestro pasado, sino también configurar nuestro futuro nutricional. En la sociedad moderna, la combinación de la genética y la dieta personalizada abre nuevas puertas para mejorar la salud y prevenir enfermedades de manera más precisa. Para entender mejor cómo la nutrigenómica moldea nuestra relación con la comida, primero debemos sumergirnos en el complejo mundo de nuestro genoma. Nuestro genoma está contenido en 46 cromosomas, organizados en 23 pares. En el pasado, la visualización de estos cromosomas bajo el microscopio ayudó a identificar anormalidades genéticas masivas. Sin embargo, la mayoría de las modificaciones en el ADN son sutiles, como un simple cambio de una letra por otra, y no se detectaron hasta que surgieron nuevas técnicas para explorar nuestro genoma. Cada cromosoma guarda numerosos genes, que  son las unidades físicas y funcionales de la herencia de cada persona. Los genes tienen secuencias específicas de bases que contienen las instrucciones para producir proteínas. Curiosamente, los genes representan solo un pequeño 2% de nuestro genoma, mientras que el 98% restante, conocido hasta hace poco como "ADN basura", se ha revelado como dueño de funciones cruciales para mantener la integridad de los cromosomas y regular la producción de proteínas en términos de cuándo, dónde y cuánto.

El misterio del genoma humano: aunque aún no tenemos un número exacto de genes en el genoma humano, se estima que existen alrededor de 23,000 genes con un tamaño promedio de unas 3,000 pares de bases (esas letras de las que antes hablábamos, A, C, G y T). Sin embargo, la variabilidad en el tamaño es impresionante; por ejemplo, el gen distrofina es el más grande conocido, con 2.4 millones de pares de bases. Lo intrigante es que solo conocemos la función de aproximadamente la mitad de estos genes. El Proyecto del Genoma Humano fue una investigación fantástica y clave en el avance de nuestro conocimiento sobre el genoma humano. A nivel personal, a pesar de que compartimos el 99.9% de nuestro genoma, ese 0.1% de diferencia es lo que hace que cada uno de nosotros sea único y merece un estudio minucioso.

El futuro de la nutrigenómica, hay un largo y prometedor futuro en esta rama científica, las secuencias genéticas específicas ya se han relacionado con una amplia variedad de enfermedades, tanto raras como comunes. La identificación de estas secuencias puede revolucionar el diagnóstico y la prevención de enfermedades prevenibles. Además, el futuro de la nutrigenómica ofrece la posibilidad de adaptar nuestras dietas y estilos de vida de manera personalizada, igual que se trabaja para personalizar la prescripción medica de medicamentos a cada paciente. Las investigaciones no paran, y cada año se descubren nuevas variantes genéticas en el genoma, y este número seguirá creciendo en los próximos años. Sin embargo, no todo es tan bonito ni sencillo, el verdadero problema aparece a la hora de identificar las variantes genéticas de importancia en medio de esta inmensa cantidad de datos genómicos. Esto representa el verdadero desafío de la nutrigenómica y promete cambiar la forma en que abordamos nuestra salud y la nutrición en el futuro.

Las recomendaciones y datos incluidos en este blog no pretenden sustituir los consejos de su médico y/o nutricionista clínico. El autor (Joan Zamora) no se responsabiliza de las posibles consecuencias de la mala aplicación de esta información. La recomendación del autor es que usted acuda a un profesional sanitario cualificado. Los únicos profesionales cualificados para proporcionar programas dietéticos nutricionales son los propios graduados / diplomados universitarios en nutrición humana y dietética y el médico especialista endocrino. Cualquier otro profesional sanitario o persona que le diga lo contrario realiza intrusismo y carece de los conocimientos necesarios. Le recomiendo que no ponga en peligro su salud ni su confianza, apoye la nutrición personalizada y de calidad.

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