Cáncer y Actividad Física para la salud

Realizar Actividad Física siempre es saludable para cualquier persona, siempre que no hayan contraindicaciones medicas o las intensidades sean las adecuadas. En ocasiones aun existe la idea de que las personas que tienen alguna enfermedad no deben de realizar actividades y deben de ser personas pasivas o sedentarias. Por suerte, estas ideas se estan extinguiendo poco a poco. En el caso de las personas que están luchando contra el cáncer, los beneficios de la Actividad Física repercuten en su calidad de vida.

En este artículo hablaré de los beneficios que tiene realizar Actividad Física adaptada al paciente con cáncer de páncreas, ofreciendo información que puede ser interesante para ellos o para sus familiares y otros profesionales sanitarios, quédate que seguro que puedes encontrar información que desconocías.

El propio cáncer de páncreas como el tratamiento médico reducen la calidad de vida de los pacientes. La reducción de la calidad de vida afecta a nivel físico, mental y emocional, con repercusiones psicológicas (pérdida de autocontrol, depresión, estrés, baja autoestima...), físicas (fatiga, atrofia muscular, dolor, disminución de la función cardiovascular y pulmonar, insomnio, náuseas, vómitos…) y sociales (absentismo laboral prolongado, menos relaciones sociales, impacto económico y laboral). La calidad de vida se reduce hasta alcanzar su máxima expresión durante el tratamiento, pero se mantiene durante meses e incluso años una vez finalizado el propio tratamiento o incluso al superar la enfermedad. Una vez finalizada la enfermedad y concluir que la persona es superviviente se debería planificar un programa de readaptación de la condición física, esta planificación aumenta la probabilidad de que la persona vuelva a conseguir los niveles de calidad de vida que tenía antes de ser diagnosticada con la enfermedad pero en muchas ocasiones no llegan a igualarse por desconocimiento o falta de una planificación y seguimiento de un profesional, en este caso del profesional Educador Físico Deportivo. Aunque la mayoría de la población desconoce los beneficios de seguir un programa de Actividad Física durante la enfermedad, cada día hay más información y publicidad de la importancia de realizar ejercicio para prevenir o retrasar la aparición de otras enfermedades (enfermedad arterial coronaria, hipertensión arterial, diabetes, osteoporosis, obesidad, depresión…) e incluso mejorar la calidad de vida.

La Actividad Física Saludable y personalizada actúa en los problemas:

Psicológicos, al reducir la ansiedad y la depresión, aumentando la energía, la capacidad física, la autoestima, la sensación de control y la satisfacción con la vida propia vida.

Fisiológicos, al mejorar la capacidad funcional, la fuerza muscular, la flexibilidad, la composición corporal-control del peso, la neutropenia y la trombocitopenia, los niveles de hemoglobina, el dolor, la recuperación y manteniendo la funcionalidad global corporal. Además reduce la fatiga, las náuseas y vómitos, la diarrea y la pérdida de masa muscular.

La condición física (es la capacidad de realizar un esfuerzo y soportar una sobrecarga) se pierde por estilos de vida sedentarios, edad, hábitos de vida poco saludables….y se potencia ese deterioro con el cáncer. La única manera de mantener y mejorar la condición física es realizando Actividad Física personalizada y adaptada a cada persona, cuando se realiza un trabajo físico se mejora la condición física y mejorar la condición física antes del tratamiento quirúrgico mejora la capacidad de recuperación de la propia cirugía y los problemas emocionales derivados. También mejora la función vascular del tumor y la eficacia de la quimioterapia, la tolerancia a los tratamientos médicos y como ya se ha comentado la calidad de vida general.

¿Cuáles son los efectos secundarios de la actividad física para el paciente con cáncer?

Anemia (disminución de glóbulos rojos), si tenemos los valores bioquimicos (la tipica analitica o el médico nos dice que tenemos anemia en ese momento), debemos adaptar la intensidad del ejercicio a la situación temporal.

Neutropenia (disminución de neutrófilos, un tipo de glóbulos blancos). estos valores también aparecen en las analíticas o las facilita el médico. Es importante evitar lugares y horarios con gran afluencia de personas, ya que nuestro sistema inmune se encuentra debilitado.

Plaquetopenia (disminución de plaquetas). Evitaremos actividades que puedan ocasionar golpes o impactos en nuestro cuerpo, ya que cualquier golpe puede producir efectos mucho peores que en un estado normal.

Pérdida de masa muscular, las pautas para la perdida de masa muscular se centran en una dieta especifica, calculando calorías los nutrientes necesarios para ofrecer al musculo los nutrientes que necesita y un entrenamiento que los desarrolle.

Neuropatía periférica (entumecimiento y hormigueo de manos y pies), se recomiendan realizar ejercicios específicos neuromotores (de coordinación y equilibrio) incluyendo tareas de psicomotricidad de manos.

Diabetes. Cuando haya diabetes, el entrenamiento se adapta a las condiciones específicas del cáncer y de la diabetes, son dos enfermedades importantes en las que la nutrición y las intensidades influyen en su aplicación, concretamente en los niveles de glucosa.

¿Cuándo parar de hacer Actividad Física?

Es importante sobre todo al principio hacer Actividad Física guiada y planificada por un profesional del sector, concretamente por un especialista en tu enfermedad, pero siempre que tengas, mareos o desmayos durante el ejercicio, fatiga en actividades de baja intensidad, escalofríos/temblores durante el ejercicio, dolor en el pecho, palpitaciones, vómitos, diarrea o fiebre. se recomienda que suspendas la actividad y según la gravedad, acudas a un centro médico para su observación.

Tengo cáncer de páncreas. ¿Puedo hacer ejercicio?

La evidencia científica ha concluido que las personas con cáncer deben evitar los estilos de vida sedentarios e inactividad y desarrollar ejercicio físico saludable. Esta más que demostrado su eficaz y su seguro antes, durante y después de los tratamientos médicos contra el cáncer. Lo más importante es individualizar y personalizar la actividad a cada paciente. El programa de Actividad Física debe formar parte de la estrategia global de tratamiento oncológico y el equipo médico debería informar a las personas con esta enfermedad, en el momento del diagnóstico, de los beneficios de su realización. ¿te han informado o a las personas que tienen cáncer de estos beneficios? En ocasiones no sucede por falta de tiempo, recursos o conocimientos de las personas a cargo. No te preocupes, por suerte tenemos internet para conseguir información de calidad, pero sobre todo es importante tener motivación a la hora de iniciar la actividad física, ya que nadie puede hacer ejercicio físico por esa persona, los profesionales Educadores Físicos Deportivos licenciados son los guías, pero el protagonista es el propio paciente.

¿Cuándo es el mejor momento para iniciar la práctica de Actividad Física?

En un mundo ideal, todos desearíamos dedicarle tiempo a hacer ejercicio cada día, estar en forma, pero la realidad es que en el momento del diagnóstico muchos no estamos en forma física óptima, es entendible, tenemos muchas obligaciones y el tiempo se nos escapa entre los dedos. Así que en el mundo en el que vivimos deberíamos ponernos manos a la obra después de pasar el shock inicial del diagnostico lo antes posible, escoger las mejores herramientas y profesionales a nuestro alcance y no perder tiempo. Conseguiremos mejores resultados y más beneficios cuanto antes.

¿Cómo puede ser el programa de Actividad Física?

Existen muchos factores a contemplar, pero de forma genérica se podría decir que el tipo de ejercicio debe de adaptarse a ti, no sería lógico incluir el mismo ejercicio a un hombre de 25 años que trabajaba en un almacén descargando camiones que a una mujer de 50 años ama de casa o un hombre de 65 años que ha trabajado en una oficina durante los últimos 30 años. Pero si que es cierto, que todos ellos deben de realizar ejercicio aeróbico (cardiovascular), de fuerza, de flexibilidad y neuromotores de forma conjunta.

La frecuencia es importante, mucho, con actividades aeróbicas de intensidad moderada, se recomienda un mínimo de 5 sesiones a la semana, si es de intensidad vigorosa se recomienda un mínimo de 3 sesiones a la semana y si estás en muy baja forma la mejor combinación es: ejercicio diario + intensidad ligera + varias sesiones cortas (intentnado acumular 30 minutos cada día).

La intensidad, se recomienda cuantificar el esfuerzo y el nivel con el que empiezas para adaptar esta intensidad por medio de test físicos, los Educadores Físicos Deportivos utilizamos distintos test con los que analizar el punto de partida e ir realizando modificaciones y evaluaciones continuas, como en el colegio, para saber cual es la evolución y como ir adaptándose a la situación, de forma simplificada podría recomendar el test del habla, es un método subjetivo con el que debes de autoanalizar la capacidad de hablar que tienes al realizar ejercicio. Estarás utilizando una intensidad moderada si durante la práctica puedes hablar pero no cantar y una intensidad vigorosa si durante la actividad tienes dificultad para hablar.

La duración, al diferenciar entre los tipos de entrenamientos, el entrenamiento aeróbico debe ser de al menos 20 minutos (con una intensidad vigorosa) o 30 minutos (con una intensidad moderada) y continuado. Para las personas desentrenadas, previamente sedentarias, que padecen otras enfermedades (hipertensión arterial, diabetes, obesidad, osteoporosis…) o con efectos secundarios a consecuencia del tratamiento, este objetivo puede conseguirse durante varias sesiones cortas (fraccionadas) separadas por intervalos de reposo. A ese tiempo tendrás que añadir el utilizado para el entrenamiento de fuerza.

Para finalizar, recordarte que el programa de Actividad Física Saludable enfocado al cáncer debería ser prescrito de forma individualizada, es decir, adaptado a ti y guiado por un profesional, teniendo en cuenta la fase evolutiva, las complicaciones asociadas al cáncer y los efectos secundarios de los tratamientos (riesgo de fracturas y de eventos cardiovasculares, neuropatías, alteraciones musculoesqueléticas…).

Las recomendaciones y datos incluidos en este blog no pretenden sustituir los consejos de su médico y/o nutricionista clínico. El autor (Joan Zamora) no se responsabiliza de las posibles consecuencias de la mala aplicación de esta información. La recomendación del autor es que usted acuda a un profesional sanitario cualificado. Los únicos profesionales cualificados para proporcionar programas dietéticos nutricionales son los propios graduados / diplomados universitarios en nutrición humana y dietética y el médico especialista endocrino. Cualquier otro profesional sanitario o persona que le diga lo contrario realiza intrusismo y carece de los conocimientos necesarios. Le recomiendo que no ponga en peligro su salud ni su confianza, apoye la nutrición personalizada y de calidad.

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