La relación entre la nutrición y el cáncer de próstata

El cáncer de próstata es uno de los cánceres más comunes en los hombres, pero su relación con la nutrición es un tema que aún se investiga. Se estima que en el mundo se diagnostican cada año 900.000 nuevos casos y en España 25.000. En este artículo, exploraremos cómo ciertos factores alimentarios pueden influir en el riesgo de cáncer de próstata y qué puedes hacer para proteger tu salud.

Existen dos tipos principales de cáncer de próstata: avanzado y localizado. Aunque se han identificado pocos factores de riesgo, la nutrición juega un papel importante en esta enfermedad.

Factores alimentarios que aumentan el riesgo de cáncer

Desde hace años, se ha observado una asociación entre el consumo de productos lácteos y el cáncer de próstata. Los estudios han demostrado un aumento significativo en el riesgo de cáncer de próstata con dosis-respuesta, lo que significa que a mayor consumo de productos lácteos, mayor es el riesgo. Esto incluye un aumento del 7 % por cada 400 g/día de productos lácteos, del 3 % por cada 200 g/día de leche total, del 6 % por cada 200 g/día de leche descremada, del 9 % por cada 50 g/día de queso y del 5 % por cada 400 mg/día de calcio en la dieta.

El calcio regula la formación de vitamina D3, lo que podría aumentar la proliferación celular en la próstata. Sin embargo, no se ha encontrado una asociación similar con el calcio proveniente de suplementos u otras fuentes diferentes a los productos lácteos.

La obesidad y el sobrepeso se han asociado positivamente con los tumores avanzados de próstata. Mantener un peso corporal saludable a través de la nutrición y el ejercicio es fundamental para reducir este riesgo.

Factores alimentarios que descienden el riesgo

El licopeno, presente en el tomate y otros productos derivados del tomate, se ha relacionado con una reducción del riesgo de cáncer de próstata. Aunque los resultados no son concluyentes, se ha observado una asociación inversa entre los niveles altos de licopeno en sangre y los tumores avanzados de próstata.

La forma en que se consume el tomate también es importante, ya que el licopeno es liposoluble y se absorbe mejor cuando se consume cocido y con aceite. Se cree que el licopeno reduce el riesgo de cáncer de próstata debido a su capacidad para reducir la oxidación lipídica y frenar la proliferación de células cancerosas.

Existe evidencia sobre los efectos perjudiciales de bajos niveles de selenio y vitamina E en sangre, aunque son evidencias limitadas son interesantes, según el informe de la World Cancer Research Fund. Se necesitan más investigaciones para comprender mejor su relación con el cáncer de próstata y estaremos atentos a los nuevos descubrimientos que se produzcan.

Los ácidos grasos omega-3, presentes en el pescado, no están asociados a una reducción del riesgo de cáncer de próstata. La mayoría de los ácidos grasos no muestran ninguna asociación, y solo tres tienen un ligero aumento del riesgo.

Conclusiones

Aunque la relación entre la nutrición y el cáncer de próstata aún se está investigando, es esencial prestar atención a lo que comes y mantener un estilo de vida saludable. Limitar el consumo de productos lácteos y calcio en exceso, mantener un peso corporal adecuado y asegurarse de obtener licopeno de fuentes como el tomate cocido puede ayudar a reducir el riesgo de cáncer de próstata. Si tienes preocupaciones o deseas obtener más información sobre cómo la nutrición puede afectar tu salud, no dudes en consultar a un profesional de la salud.

Las recomendaciones y datos incluidos en este blog no pretenden sustituir los consejos de su médico y/o nutricionista clínico. El autor (Joan Zamora) no se responsabiliza de las posibles consecuencias de la mala aplicación de esta información. La recomendación del autor es que usted acuda a un profesional sanitario cualificado. Los únicos profesionales cualificados para proporcionar programas dietéticos nutricionales son los propios graduados / diplomados universitarios en nutrición humana y dietética y el médico especialista endocrino. Cualquier otro profesional sanitario o persona que le diga lo contrario realiza intrusismo y carece de los conocimientos necesarios. Le recomiendo que no ponga en peligro su salud ni su confianza, apoye la nutrición personalizada y de calidad.

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