Cáncer de hígado y nutrición

El cáncer de hígado es una enfermedad que afecta a miles de personas en todo el mundo y se ha convertido en un importante problema de salud en el siglo XXI. Se estiman en 800.000 nuevos casos anuales en el mundo y más de 6.500 en España, aunque en su desarrollo se incluyen varios factores que potencian el desarrollo de la enfermedad, el estilo de vida activo y la nutrición son claves en la prevención, tratamiento durante la enfermedad y una vez superada. En este artículo, veremos cómo ciertos factores dietéticos nutricionales pueden aumentar o disminuir el riesgo de cáncer de hígado y qué medidas podríamos tomar para reducir esa peligrosa amenaza.

Factores alimentarios que aumentan el riesgo de cáncer de hígado

El consumo de alcohol es un factor de riesgo muy evidenciado y reconocido para el carcinoma hepatocelular, siendo este el tipo más común de cáncer de hígado. Esta comprobado que beber más de 45 gramos de alcohol al día aumenta la probabilidad de desarrollar cáncer. Por tanto, se puede afirmar que la relación entre el alcohol y el cáncer de hígado es directa. ¿Que cantidad de alcohol es saludable? Pocos profesionales de la salud te recomendaran no darle importancia, algunos nutricionistas quizás te den un numero aproximado (entre 2-3 bebidas en función del tipo de alcohol) o si eres hombre o mujer también cambiaran sus recomendaciones. Incluso si es vino, ya que el vino tiene algunos compuestos que son beneficiosos para la salud. Lo que es seguro es que científicos, endocrinos o nutricionistas recomiendan en muchas ocasiones no beber alcohol, no presenta ningún beneficio nutricional y cuando el beneficio es menor que las posibles contraindicaciones es mejor no tomarlo.

Las aflatoxinas, son micotoxinas producidas por ciertos hongos, son una causa reconocida de cáncer de hígado. Estas toxinas pueden contaminar granos y legumbres almacenados en condiciones de alta humedad y temperatura, lo que es especialmente común en algunas regiones de África. La prevención de la exposición a las aflatoxinas por medio de una correcta seguridad alimentaria desde la industria y desde casa manipulando adecuadamente los alimentos son las medidas que principalmente reducen el riesgo de tomar aflatoxinas junto con los alimentos.

La obesidad es otro factor de riesgo bien conocido para el cáncer de hígado. El exceso de grasa corporal, especialmente alrededor del abdomen, puede aumentar la probabilidad de desarrollar esta enfermedad. La obesidad está relacionada con la resistencia a la insulina y la inflamación crónica, que son factores que contribuyen al desarrollo de cáncer de hígado.

Hígado sano arriba a la izquierda “healthy liver” y al seguir las flechas vemos como va evolucionando en hepatitis crónica, cirrosis hasta el carcinoma hepatocelular.

Factores alimentarios que disminuyen el riesgo de cáncer de hígado

El consumo de pescado se ha asociado con una reducción significativa del riesgo de cáncer de hígado. Las investigaciones han demostrado que aquellas personas que consumen regularmente pescado tienen un 22% menos de riesgo de cáncer de hígado que aquellos que no incluyen en su dieta de forma frecuente el pescado. El gran beneficio de incluir pescado en la dieta son los ácidos grasos omega-3 que tienen grandes beneficios como protectores y potenciadores de la salud.

El consumo de verduras ha demostrado ser beneficioso para reducir el riesgo de cáncer de hígado. Una vez más, al comparar personas con un alto consumo de verduras y las personas con bajo consumo, se ha observado una reducción del riesgo de cáncer es del 18%. Además, si aumentamos el consumo de verduras en la dieta entorno a 100 gramos al día se ha comprobado como sigue bajando el riesgo, llegando al 8% añadido. Es una gran noticia para las personas que siguen una dieta vegetariana o vegana, aunque siempre debemos de controlar las ingestas de algunas verduras, su preparación y adecuación al integrarlas en los menús junto con otros alimentos. Las verduras y las frutas son fuentes esenciales de antioxidantes que protegen contra el cáncer de hígado.

Por ultimo, entre los ejemplos de hoy incluir, el consumo de café ya que, ha sido vinculado a una reducción del riesgo de cáncer hepático igualmente. Estudios han demostrado la relación entre el consumo de café y una menor probabilidad de desarrollar cáncer. Más de uno empezamos a saborear el café con mayor gusto al enterarnos de estos datos. De todas maneras, los mecanismos que están detrás de esta asociación aún se investigan, el café parece desempeñar un papel protector en varias enfermedades, especialmente en el cáncer de hígado.

Conclusiones y recomendaciones

La relación entre la nutrición y el cáncer de hígado es compleja, aun quedan muchas incógnitas que se siguen investigando, aunque queda claro que los programas dietéticos nutricionales influyen en la prevención, durante el tratamiento y una vez superada la enfermedad. Para reducir el riesgo de cáncer de hígado, es esencial limitar el consumo de alcohol (algunos diríamos evitarlo completamente), prestar atención a la manipulación de alimentos para evitar la exposición a aflatoxinas, realizar actividad física diaria para mantener un peso corporal saludable e incluir pescados y verduras en el programa nutricional, además de un sabroso café en buena compañía.

Las recomendaciones y datos incluidos en este blog no pretenden sustituir los consejos de su médico y/o nutricionista clínico. El autor (Joan Zamora) no se responsabiliza de las posibles consecuencias de la mala aplicación de esta información. La recomendación del autor es que usted acuda a un profesional sanitario cualificado. Los únicos profesionales cualificados para proporcionar programas dietéticos nutricionales son los propios graduados / diplomados universitarios en nutrición humana y dietética y el médico especialista endocrino. Cualquier otro profesional sanitario o persona que le diga lo contrario realiza intrusismo y carece de los conocimientos necesarios. Le recomiendo que no ponga en peligro su salud ni su confianza, apoye la nutrición personalizada y de calidad.

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